El streaming de música va viento en popa y es LA nueva forma de consumir música, muy por delante del CD. Por cierto, el primer servicio de transmisión de música, Deezer, es francés.
Cuando se trata de catálogos, la mayoría de las ofertas son las mismas, pero cuando se trata de planes "familiares" es otra cosa.
Comprar un CD es poseer la música que tiene grabada. Lo puedes escuchar durante años pero el contenido es limitado.
Gracias al streaming de música, tienes decenas de millones de canciones a tu disposición 24 horas al día mientras tengas una suscripción. A cambio no serás propietario de la música ni podrás acceder a ella si dejas de pagar el servicio.
¿Es inconveniente? No, para muchos usuarios. Millones de personas ya están suscritas a alguno de los gigantes del sector. Las principales razones que tienen son, para el 91 % de los usuarios, la posibilidad de elegir y para el 68 %, la posibilidad de escuchar música en varios dispositivos.
A la cabeza tenemos siete competidores principales: Deezer, Spotify, Qobus, Google Music, Apple Music, Amazon Music y Napster.
Todos estos servicios ofrecen, por un precio casi idéntico, un servicio equivalente:
Amazon Music y Google Music no ofrecen suscripciones para estudiantes, pero incluyen servicios complementarios:
Qobuz y Napster sólo ofrecen una suscripción individual a 9,99 euros al mes.
En el caso de Deezer y Spotify la oferta "familiar" sirve para compartir la suscripción con otros seis usuarios, pero las condiciones generales son claras: deben ser miembros de la misma familia y residir en la misma dirección.
Para Apple Music y Google Music otros usuarios deben ser miembros de la misma familia sin más información.
En la música de Google Play la noción de familia es igual de vaga. Además, puedes compartir tu música en hasta diez dispositivos por persona. Esta forma de compartir vale igual para las aplicaciones Google. Eso sí, ten cuidado con la forma de pago que pasa a ser familiar por defecto y todos los usuarios podrían utilizarla en la web por eso.
Sí y no.
Si te tomaste la molestia de grabar música en modo «sin conexión» antes de salir, estará disponible estés donde estés.
Por lo demás, desde el 3 de abril de 2018, gracias a la directiva europea sobre la portabilidad de los contenidos en línea, puedes escuchar tu servicio de streaming en cualquier país miembro, pero solo si se ha contratado en el país de origen antes de salir y para un período limitado. Es responsabilidad del proveedor de acceso comprobar que no se trata de una domiciliación bancaria definitiva, en cuyo caso se cancelará la suscripción.
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